“La Quiropráctica es la rama de las ciencias de la salud que estudia los problemas del sistema neuro-músculo-esquelético, especialmente los de la columna vertebral, y sus efectos sobre el sistema nervioso y la salud en general”. OMS (Ginebra 2005).
“La quiropráctica es la tercera profesión sanitaria de atención primaria en el mundo, después de la medicina y la odontología en cuanto a número de personas que se benefician de ella. Fue fundada en el año 1895 por David Palmer en EEUU. Nació y se desarrolló de manera separada e independiente de la medicina, a la que se asemeja en el nivel de estudios universitarios, pero se distingue por su filosofía vitalista, además de su ejercicio que excluye el uso de medicamentos y cirugía, dedicándose enteramente a liberar el potencial de salud del organismo gracias al ajuste manual específico”. AEQ (Asociación Española de Quiropráctica)
AJUSTE QUIROPRÁCTICO
El ajuste quiropráctico consiste en aplicar una fuerza generalmente de alta velocidad y poco recorrido, no dolorosa, sobre las articulaciones para restablecer el buen funcionamiento del sistema nervioso y en consecuencia del organismo. Se aplica una presión específica en una dirección concreta permitiendo que el hueso vaya retomando su posición original restaurando así la función motora y nerviosa afectada.
Cuando nos hacemos mayores, poco a poco nuestro cuerpo pierde la capacidad de adaptarse haciéndose más vulnerable a la enfermedad y degeneración, siendo muy extraño entre la gente mayor encontrar a personas que carezcan de patologías. Estamos en una sociedad en la que hemos aceptado que lo normal es envejecer con los “problemas de la edad”, pero envejecer no debería ser sinónimo de dolor o enfermedad. Someterse a cuidados quiroprácticos regulares es apostar por una mejoría en la calidad de vida. Las personas de mayor edad que acuden al quiropráctico refieren una mayor vitalidad, mayor movilidad, una visión más positiva ante la vida, más resistencia y menos cansancio, porque no consiste en “ir tirando”, pudiendo disfrutar de una vida de calidad y plenitud.
La práctica de un deporte exige estar en las mejores condiciones posibles para que el cuerpo pueda funcionar a pleno rendimiento. Eso lo saben particularmente los deportistas profesionales, y por esa razón, en los países donde la quiropráctica está más desarrollada, sobre todo en los Estados Unidos, los atletas de alto nivel y los equipos olímpicos suelen estar bajo cuidado quiropráctico, tanto a lo largo del año con mantenimiento regular, como durante las mismas competiciones, donde suelen ir acompañados por el quiropráctico del equipo.
Además de las consecuencias que derivan de la práctica intensiva de su deporte, los atletas sufren a lo largo de su vida profesional un cierto número de lesiones. Aunque se hayan recuperado de sus síntomas y hayan podido reanudar la actividad deportiva, esos accidentes participan en el desarrollo de las subluxaciones, tanto a nivel vertebral como de las articulaciones de las extremidades. Con el efecto acumulativo de esas lesiones, ese proceso se traduce en una disminución progresiva del rendimiento físico del deportista.
El embarazo es claramente un momento de grandes cambios tanto físicos como químicos en el cuerpo de una mujer. Esto no solo influye a nivel de aumento de peso o de la alteración de su campo de gravedad, sino que su columna se vuelve más flexible con la producción de relaxina, una hormona que liberan los ovarios cuyo papel es relajar los ligamentos pélvicos para prepararlos para el parto.
Si ya existe un desequilibrio, la relaxina puede aumentar el malestar porque se formarán más subluxaciones y se debilitará el sistema nervioso.Durante el embarazo es muy común una subluxación causada por estrés tanto mecánico (cambio en el centro de gravedad, aumento de peso) como químico (cambios hormonales, medicación, ambiente, comida rápida) o emocional (temores, expectativas, estados de ánimo). Sea cual fuera la causa, el resultado es una interferencia en la transmisión de impulsos nerviosos que puede afectar negativamente tanto a la madre como al desarrollo del feto. Las ciáticas o lumbalgias, tan comunes en este periodo, provocadas en gran medida por los mencionados cambios de gravedad, de posicionamiento y flexión vertebral, suponen una molestia a la actividad diaria, así como la pesadez de piernas y el malestar general gastrointestinal.
La quiropráctica es una manera natural de ayudar al cuerpo a reducir al máximo las manifestaciones de esta etapa, con el objetivo de hacer estos meses más llevaderos y de poder continuar con la actividad normal. Ajustando la columna vertebral de la embarazada, se reducen los desplazamientos leves de las vértebras que alteran la función de los nervios, permitiendo así la autorregulación del organismo para que la mujer pueda continuar activa al máximo durante el embarazo. El quiropráctico seguirá un control para asegurarse de que tanto la pelvis, que se ve especialmente afectada en todo el proceso, como las vértebras, se encuentren en equilibrio y funcionen de manera unificada. Una disfunción en la zona lumbar y/o pélvica puede crear tensión en los ligamentos pélvicos que sostienen el útero y consecuentemente influir en un mal posicionamiento del bebé, ocasionando problemas que pueden desembocar en cesárea. Un seguimiento y control de esta posible tensión en los ligamentos propicia a menudo el cambio de posicionamiento del feto antes del parto, contribuyendo a facilitar un parto natural. A primera vista, la mayoría de las personas no ven la relación entre la quiropráctica y el embarazo. Sin embargo, un sistema nervioso que funcione de manera óptima ayuda a la madre y a su hijo.
Cuando nacemos comienza una gran aventura de cambios y adaptación, las primeras etapas de nuestras vidas son decisivas para la formación del organismo que tendremos de adultos.
El parto es el primer estrés que tiene nuestro cuerpo, puede ser causante de alteraciones biomecánicas. Tras este momento, el bebé se expone al ambiente por primera vez y tiene que ir adaptándose a él, generando grandes cambios en su organismo, que va captando tanto las influencias positivas como las negativas para él. El período posterior es el inicio de la marcha, el gateo es un proceso fundamental para el desarrollo de nuestras curvaturas y es muy importante que los niños lo realicen antes de comenzar a caminar sobre las dos piernas. Con el inicio de la marcha en bipedestación vienen los golpes, las caídas y las alteraciones de la forma de caminar que se dan en muchos niños. A partir de ese momento, la columna del niño ya con sus curvaturas generadas se expone a un gran estrés por medio de pesos (mochilas), exámenes, malas posturas, etc. Todo esto, puede alterar la distribución de la columna y generar las famosas escoliosis.
Con todo esto, lo que se recalca es que durante el desarrollo de los niños es fundamental hacer un seguimiento quiropráctico para evitar y prevenir posibles patologías, que aunque no se muestren en la juventud pueden aparecer de adultos como consecuencia de una mala adaptación del organismo.
También puede contactar enviando un correo electrónico a quiropracticavegalan@gmail.com o a la dirección de correo Quintana 11A 2º pta 16, 33009 Oviedo, Asturias.
(*) LA QUIROPRÁCTICA, a pesar de estar reconocida como profesión sanitaria por la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.), y de tener carácter sanitario en la mayoría de los países desarrollados del Mundo, entre ellos muchos países europeos como Reino Unido, Francia, Portugal, Italia, Dinamarca o Suiza, y en algunos de ellos con reconocimiento de profesión sanitaria de salud básica, NO ES UNA PROFESIÓN SANITARIA Y NO HA SIDO OBJETO DE REGULACIÓN EXPRESA EN ESPAÑA. Al ser la normativa sanitaria una cuestión de Derecho interno y reservado a la Soberanía de cada País miembro de la UE, la profesión quiropráctica en España se encuentra en una situación de vacío normativo. Desde la Asociación Española de Quiroprácticos (A.E.Q.) se ha solicitado ante las Cortes y los Ministerios competentes en materia de Sanidad y Educación que el Parlamento impulse el proceso legislativo que reconozca el carácter sanitario y la sustantividad propia de la profesión quiropráctica. En los países que cuentan con regulación legal, la licenciatura en Quiropráctica se obtiene al finalizar los programas educativos de 5 o 6 años. Dos instituciones españolas, el Real Centro Universitario María Cristina de Madrid (UCR) y el Barcelona College of Chiropractic (BCC), ofrecen programas (TÍTULOS PROPIOS, NO OFICIALES) de cinco años de duración para la formación y el ejercicio de la quiropráctica, a la espera de que se reconozca legalmente esta profesión en España. Mientras tanto, dichos títulos cumplen todos los estándares de calidad y excelencia que exige el Consejo de Educación Quiropráctica Europeo (E.C.C.E.) , y paradójicamente, los titulados españoles podrán ejercer como profesionales sanitarios oficiales en otros países como Estados Unidos, Francia o Inglaterra, pero no en el suyo propio. La A.E.Q. fue creada y reconocida por el Ministerio del Interior en 1986, incluye a 200 miembros que posean un título universitario reconocido por el Consejo de Educación Quiropráctico Europeo, lo que garantiza el cumplimiento de los más altos estándares de calidad en el ejercicio de esta profesión a nivel Europeo, pero lamentablemente, hasta la fecha, nuestros títulos y diplomas NO SON TÍTULOS OFICIALES EN ESPAÑA. Si estás siendo atendido por un quiropráctico verifica y comprueba que sea miembro de la A.E.Q. en el apartado “Busca un quiropráctico” de su página web: http://www.quiropractica-aeq.com, de ese modo tendrás la garantía de que cumpla los estándares de calidad establecidos por E.C.C.E.. La regulación de la quiropráctica en España es una cuestión de oportunidad política, pero mientras tanto, los profesionales quiroprácticos que cumplen los requisitos establecidos por los Estatutos de la A.E.Q. se encuentran en una situación de inseguridad jurídica y agravio comparativo con otros profesionales de otros países europeos, pudiendo ocurrir que los ciudadanos sean tratados por presuntos quiroprácticos que no cumplan los estándares mínimos de calidad exigibles internacionalmente.
(**) La web www.quiropracticavegalan.com proporciona información sobre los servicios profesionales de Vega María Teresa D.C, titulares de los contenidos de esta Web. Los contenidos de este sitio web se ofrecen con una finalidad informativa y divulgativa. El titular no se responsabiliza del contenido ni de las manifestaciones y opiniones vertidas por terceros en su página web. Los contenidos de la web no constituyen ni pretenden sustituir a un asesoramiento profesional sanitario, puesto que LA QUIROPRÁCTICA NO ES UNA PROFESIÓN SANITARIA Y NO HA SIDO OBJETO DE REGULACIÓN EXPRESA EN ESPAÑA , por lo que el titular no asume ninguna responsabilidad, directa o indirecta, que pudiera derivarse del uso que pudiera hacerse de dicha información.
(***) “La Quiropráctica es una profesión sanitaria que se ocupa del diagnóstico, tratamiento y prevención de los trastornos del sistema neuro-musculoesquelético y de los efectos de éstos en la salud general. Se basa en técnicas manuales, incluyendo ajustes articulares y/o manipulaciones centrándose principalmente en las subluxaciones.” Definición de la Organización Mundial de la Salud, (O.M.S.). Directrices Sobre Quiropráctica, 2005.
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